:)

Esta novela es mía al completo, no hay nada copiado así que espero que nadie la copie. Be original. Hecha para mis lectoras con todo el amor del mundo, porque son las mejores. Gracias por estos increíbles ratos que me hacéis pasar día a día. Nunca cambiéis ninguna de vosotras. Gracias por ser así. Atentamente: @_myswagdream. Elena.

sábado, 4 de febrero de 2012

CAPÍTULO 19. ~Vive tus sueños.~

-¿Has jugado alguna vez aquí al futbol? –Le preguntó Dani a Justin.
-Sí, cuando vine para el concierto jugué, ¿jugamos todos? –Preguntó Justin.
-Venga. –Dijeron los demás.
Me sorprende lo bien que se ha acercado Justin a mis amigos, cuando la mayoría de ellos todos los días lo insultaban, las cosas cambian cuando lo tienen delante y lo conocen realmente, ¿Verdad?
Fuimos al jardín a jugar al fútbol, hicimos las porterías con dos piedras. Llevábamos un rato jugando. Yo llevaba el balón, Justin venía a por mí, a quitarme el balón. Me cogió por la cintura y me levantó cogiéndome aúpa.
-¡Justin! –Grité pataleando mientras el andaba hasta llevarme a un banco que había cerca de ahí. Me dejó sobre el banco, se sentó y me besó.
-Te he echado mil millones de menos.
-¿Mil millones? –Reí.
-Hasta el infinito y más allá. –Dijo tocándome la cara.
-Ais, tienes una carita. –Volvió a decir cogiéndome la cara con las dos manos.
-Tu carita es preciosa. –Dije acariciándole el hombro.
-En serio, me encantas.
Nos quedamos unos segundos en silencio. Mirándonos, sonriendo.
-¿Por qué a mí? –Dije rompiendo el silencio.
-¿A ti el que?
-Tienes la chica que quieras, la que quieras… ¿Por qué a mí?
-Porque… porque tú eres distinta, no sé. Despertaste en mi algo, algo mágico. Inexplicable. –Dijo cogiendo de mi mano.
-Justin, sabes que pase lo que pase, pase lo que pase te voy a querer siempre.
-Sí, yo te digo lo mismo. ¿Pero pasa algo?
-No, no pasa nada. Pero recuérdalo. –Dije mirando al suelo.
-Tranquila.
-Y… y si a mí alguna vez me pasa algo, no quiero que nada frene tu carrera. –Volví a decir.
-¿Sofía pasa algo?
-No, no pasa nada.
-Vale… -Dijo indeciso.
-No, enserio. –Dije nerviosa.
-Bueno, sabes que puedes confiar en mí.
-No, no es nada tranquilo. –Dije sacando una pequeña sonrisa forzada.
Así pasamos más de dos horas hablando de todo, lo echaba tanto de menos. Hablar con él, reírnos, hacernos bromas, abrazarnos… daría lo que fuera por saber que se le pasa por la cabeza cuando escucha mi nombre.
-¿Qué vamos a hacer esta noche? –Preguntó.
-No sé, a ver que quieren que hagamos. –Sonreí.
-Yo quiero pasar tiempo contigo, recuerdo que mañana me voy… No vendré hasta que no me llamen para el hormiguero.
-Pues vale tonto, estaremos juntos esta noche. Los dos. Hay, ¿Podré ir contigo al hormiguero? Me encanta.
-Claro que vendrás conmigo. -Yo sonreí.
-Te quiero. –Dijo serio.
-Y yo mi amor. –Sonreí.
-Pero muchísimo. No sabes cuánto.
-No creo que me quieras más de lo que te quiero yo.
Estábamos así, mirándonos. Es tan… especial, tan jodidamente especial.
-Hey, ¿Cenamos? –Dijo Ainara gritando, acercándose corriendo.
-Corta rollos. –Reí.
-Lo siento. –Dijo riendo.
-Venga, vamos a cenar. –Dijo Justin cogiendo por la cintura a Ainara. Ella se puso muy nerviosa y se le escapó una pequeña risa. Yo reí.
-¿Me estás poniendo a prueba capullo? –Sonreí irónicamente.
-Shh. –Me dijo al oído mordiéndose los labios.
-Te recuerdo que aquí está Marco. –Reí mirándole. A él le cambió la cara. Yo reí a carcajadas.
-Tonta.
-Imbécil. –Dije.
-¿Qué vamos a hacer para cenar? –Dije llegando a la casa por la puerta trasera.
-Tenemos pizzas. A Justin le salió una sonrisa en la cara.
-Muy bien. –Rió Justin. Todos reímos.
Hicimos las pizzas para cenar y después todos nos sentamos en los sofás.
-Estoy lleno. –Dijo Justin dándome un beso en la mejilla.
-Normal, te has comido más de una pizza tu solo. –Reí.
-Voy arriba al baño. –Dijo.
-Vale cari. –Sonreí. Me dio un piquito. Yo me quedé sentada en el sofá.
Vinieron Jorge, Dani y otros dos amigos.
-Sofía, te tenemos que pedir disculpas.
-¿Por qué? –Reí.
-Porque lo insultábamos y eso, y ahora lo conocemos realmente. Es muy buena persona. –Dijo Dani.
-Es un buen chaval, nos lo ha demostrado. –Dijo el otro.
Yo sonreí. –Tarde, pero más vale tarde que nunca. –Dije.
-¿De qué hablabais? –Preguntó Justin mientras llegaba con su peculiar manera de andar.
-No nada. ¿Qué hacemos esta noche? –Pregunté. Justin se mordió el labio.
-Es verdad. –Reí.
-¿Qué? –Preguntó Jorge.
-No nada. Que vamos a pasar la noche juntos. –Reí.
-No quiero ser tía aún. –Rió Sandra desde el otro sofá.
Yo reí a carcajadas. –Tranquila idiota. –Dije.
-Si ella quiere… -Dijo Justin mirándome con carita de bebé. Yo me puse algo nerviosa.
-Que idiota tú también. –Reí.
El me miró poniendo carita de bueno. Llamaron al timbre.
-¿Quién es? –Pregunté mirando a los demás.
-No sé, pero es mejor que Justin se esconda. –Dijo Jorge.
-Sí, iré a esconderme. Estoy acostumbrado. –Dijo levantándose cansado del sofá. Jorge abrió la puerta.
-Hola, vengo a arreglar el baño. Me ha mandado tu padre. –Dijo un señor de unos 40 años acompañado de una niña de unos 12.
La niña me miró muy extraño.
-Tú, tú… ¡tú eres la novia de Justin Bieber! –Dijo mirándome asombrada. Yo reí nerviosa, muy nerviosa.
-Cariño deja a la chica, está obsesionada con ese chico. –Dijo el padre hacia nosotros riéndose.
-No señor, si soy yo. –Reí.
La chica se abalanzó sobre mí dándome un abrazo. Yo reí.
-Por favor, puedes decirle a Justin cuando lo veas… que lo quiero. Si no te importa. –Dijo secándose las lágrimas.
-Hay, claro que si cariño. –Sonreí.
En este momento me llegó un mensaje de Justin.
‘Dile que no diga nada, y salgo ¿va? Te amo.’

No hay comentarios:

Publicar un comentario