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Esta novela es mía al completo, no hay nada copiado así que espero que nadie la copie. Be original. Hecha para mis lectoras con todo el amor del mundo, porque son las mejores. Gracias por estos increíbles ratos que me hacéis pasar día a día. Nunca cambiéis ninguna de vosotras. Gracias por ser así. Atentamente: @_myswagdream. Elena.

sábado, 4 de febrero de 2012

CAPÍTULO 20. ~Vive tus sueños.~

Yo miré para atrás, seguramente está cerca de aquí escuchándolo.
-Haber, escúchame atenta. No grites y no digas nada ¿vale? Que esto no salga de aquí.
-¿El qué? –Me preguntó extrañada. Salió Justin.
-Hola amiga. –Sonrió. Ella se abalanzó a abrazarle.
-No llores. –Sonrió Justin mirándola. La niña no articulaba palabra, solamente salían lágrimas de su interior.
-¿Cómo te llamas linda?
-Ma… ma... Marta. –Dijo por fin.
-Encantado. –Sonrió.
-¿Por favor puedo hacerme una foto con vosotros? –Dijo señalándome para después señalarme a mí.
-Vale. –Dije.
-Claro. –Sonrió él.
-¿No te hace más ilusión hacerte una solo con él? –Dije sincera.
-No, quiero tener una con los dos. Es que me encantáis. –Dijo sonriendo, tenía una sonrisa linda.
Foto.
-¿Cuántos añitos tienes? –Preguntó Justin.
-Once. –Dijo nerviosa.
-Bueno pues esto ya está… dios. –Dijo su padre saliendo del baño. Quedándose mirando embobado a Justin. Nosotros reímos.
-¿Pero tú eres Justin Bieber, no? –Preguntó.
-Si si, soy yo. –Rió Justin.
-Pero por favor, dígale a su hija que no se lo diga a nadie, he venido antes y no quiero que se entere nadie, ya sabe. –Dijo mirando al hombre
-No, tranquilo nadie se enterará. –Dijo el señor.
-Muchas gracias. –Dijo Justin sonriendo. Se estrecharon la mano.
-Bueno esto ya está arreglado. No hace falta que me pagues Jorge, con hacer feliz a mi niña me sobra. –Dijo él. La niña seguía en shock.
-¡Para que luego no me quieras acompañar a ningún lado! –Rió su padre mirando a Marta. Todos reímos.
-Adiós. –Dijo la niña.
-Adiós. –Dijimos al unísono. Nos quedamos otro rato en el salón.
-Creo que va a llover. –Dijo Marco entrando por la puerta.
-¿Vamos al jardín antes de que se ponga a llover? –Me preguntó ignorando a Marco.
-Venga. –Dije cogiéndole de la mano.
Estuvimos como un cuarto de hora dando una vuelta por el jardín. Lo recorrimos entero fijándonos en todos los detalles, la casa era preciosa. No parábamos de hablar, de todo. De verdad nunca pensaría que después de todo este tiempo todo esto va tan bien, que no es porque sea Justin Bieber, pero es la mejor persona que he conocido. Por muchísimas cosas, que hace, que me demuestra. Por todo.
-Estoy muerto. –Dijo Justin tumbándose sobre el césped.
-Y yo. –Dije tumbándome al lado, con la mano sobre su barriga.
Nos quedamos un rato en silencio.
-¿Te acuerdas de la noche en la playa? –Me preguntó rompiendo este.
-Sí. –Dije.
-Pues… -Dijo poniéndose sentado. – ¿Ves aquella estrella? La que está entre esas dos que son más grandes de las demás. Avanza a pasos agigantados.
-Esa estrella es preciosa. –Dije.
-Fue bautizada hace dos semanas, ¿Sabes cómo se llama?
-No. No sé.
-Sofía.
-¿Qué quieres? –Sonreí.
-No. La estrella.
-¿La estrella qué?
-Que se llama así. –Dijo carcajeando.
-¿Cómo? –Dije perpleja.
-Que esa estrella. –Me miró. -Es tu estrella, es nuestra estrella. Sofía.
-De… ¿de verdad? ¿Me has comprado una estrella? –Asombré.
-Una estrella así… Debe llevar un nombre acorde con ella. Precioso, como tú.
-Justin ¿me… me estás diciendo que de verdad me has comprado esa estrella?
-Sí. Y cuando seamos mayores se la enseñaremos a nuestros hijos. Será suya, luego de nuestros nietos. Esa estrella siempre pertenecerá a nuestra familia.
Yo apenas podía articular palabra, esto es tan… todo es tan… dios. Sin palabras como siempre.
-¿Quieres tener hijos conmigo? –Dije sonriendo.
-Pues claro que sí, cuatro o cinco. Dos niños y tres niñas. O tres niñas y dos niños, como nos salgan. –Dijo acariciándome la cara. Yo reí.
-Viviremos en una casa como esta… o más grande. Les daremos toda la felicidad del mundo, crecerán sanos y guapos como su madre. Cuando sean más grandes me los llevaré a mis conciertos. Andrea y Adam, los mayores, cuidarán de los demás los viernes, cuando te lleve a cenar al restaurante más bonito de toda España. Porque por cierto, viviremos aquí. Tendremos muchos animales, sé que te encantan. A mí también. Ya lo sabes creo. Dos o tres perros. Un poni para que los pequeños puedan pasearse a sus anchas por los jardines de nuestra casa mientras que nosotros estamos juntos adentro. O si no Dennis, nuestra sirvienta cuidará de ellos cuando estemos de giras y solo podamos ir a verlos un día a la semana. ¿Te parece? –Dijo sin parar de sonreír y mirándome a los ojos.
Yo reí. No paraba de sonreír y mirar a sus preciosos ojos miel.
-Me parece. –Dije besándole. Empezó a llover, cada vez más.
-Dios, Dios. –Dije levantándome del suelo. Él se levantó también.
Llovía muy fuerte, nos mojamos enteros. Corrimos hacia la puerta.
-Dios. –Dije cansada en la puerta,  estirando de la camiseta para quitar toda el agua.
-Oh man. –Dijo haciendo lo mismo que yo.
Yo me tiré todo el pelo para atrás, íbamos completamente mojados de arriba abajo.
-Habrá que aprovechar ¿no? –Dijo.
-¿Qué? –Dije gritando, pues llovía muy fuerte. Me cogió de la muñeca y me puso en el medio.
-¿Qué haces? Me estoy mojando. –Dije mirándole raro. Él no me dejaba volver a cubierto.
Entonces se acercó a mí. Estábamos los dos mirándonos, eran las 2 de la madrugada, de noche. Todo estaba oscuro y mojado, llovía muchísimo. Se acercó, puso sus manos sobre mi cara mojada y me besó, yo le imité poniendo mis manos sobre su camiseta toda mojada. Nos comenzamos a besar cada vez más deprisa y salvaje. Me cogió los muslos impulsándome para colgarme sobre él, lo cogí de la espalda y el a mí del trasero, crucé las piernas sobre su cuerpo, subió sus manos a mi espalda, yo con la mano que me sobraba tiré su pelo totalmente mojado para atrás, dejándole el trocito de frente que tenía con flequillo al descubierto. Después de eso seguimos besándonos igual, me dejó sobre el suelo otra vez y cogió de mi trasero, yo subí mis manos a su cuello.
-Vamos para adentro, me muero del frío. –Dije cogiendo una bocanada de aire.
-S… sí. –Dijo respirando.
-Te vuelves loco. –Dije corriendo subiendo las escaleras riéndome. El rió.
-Que ganas tenía. –Dijo mordiéndose el labio inferior, me mata.
-Estábamos necesitados cariño. –Reí.
-Mañana me vuelvo a ir. Sabes.
-Sí, sé.
-Joder. –Dijo separando por sílabas.
-Bah, tú nunca te vas. –Volvió a decir.
-¿Por?
-Porque te tengo aquí. –Dijo dando unas palmaditas en el corazón.
-Hay amor. –Dije abrazándole.
Después cogí mi pijama para quitarme toda la ropa pues estaba totalmente mojada, fui al baño y me la puse, era de pantalón de culote y muy pegado al cuerpo tanto la parte de abajo como la de arriba. Después entré a la habitación y estaba Justin completamente en boxers, sin nada más.
-Ups. –Dije nerviosa. El rió.
-Va pasa, no pasa nada. –Dijo acercándose. Yo me puse aún más nerviosa. Se acercó y me mordió el labio inferior. Yo lamí el mismo. Sonreímos. Nos acercamos y nos besamos.
Cogió de mi trasero de nuevo, yo cogí de su cuello, después de esto me tiró en la cama. El aún estaba solo en boxers, se puso encima de mí. Se apoyaba con las rodillas en la cama para no hacerme daño, con las manos tocaba mi pelo y a veces la cara. Me volteó quedando yo encima de él, con la mano cogió de mi camiseta estirando para arriba, yo hice un gesto y me dejó, bajé otra vez mi camiseta, juntamos las caras y sonreímos. Empezamos con el juego de llevarnos el labio del otro a nuestro terreno. Yo no podía más. Volvió a estirar de mi camiseta y esta vez asentí, me la quitó. Se quedó mirando y rápidamente actuó y siguió con lo suyo al igual que yo con lo mío, nunca habíamos estado así. Yo estaba en sujetador y culote, y él estaba en boxers. Sí, Justin Drew Bieber en boxers. Volvimos a reír de ver la situación en la que estábamos. Otra vez volteó y quedó el arriba. Seguimos con esto hasta más de las 5 de la mañana. Habíamos perdido en control hace unas horas.

Guaposas, aunque no diga nada ya sabéis, ponerme una mención en twitter diciéndome que os ha parecido el capítulo, ¿Vale? Os quiero. Y lo siento por no subir antes, pero esque no he estado en mi casa.

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