:)

Esta novela es mía al completo, no hay nada copiado así que espero que nadie la copie. Be original. Hecha para mis lectoras con todo el amor del mundo, porque son las mejores. Gracias por estos increíbles ratos que me hacéis pasar día a día. Nunca cambiéis ninguna de vosotras. Gracias por ser así. Atentamente: @_myswagdream. Elena.

miércoles, 25 de enero de 2012

CAPÍTULO 11. ~Vive tus sueños.~

Nos despertamos. Llevábamos como unas dos horas viendo programas en la tele, aburridos pasando canales.
-¿Sabes lo que me apetece hacer hoy? –Dijo Justin sentándose en el sofá.
-¿Qué? –Pregunté.
-Ir a la playa ¿Vamos a la playa?
-Si quieres… -Dije.
-¿Tu no quieres? –Preguntó.
-Es que me da miedo. –Dije riendo.
-¿El qué? –Preguntó.
-Las medusas. –Dije riendo. –Siempre me pican.
-¿Enserio? –Preguntó.
-Sí. –Reí.
-No tienes por qué tocar el agua. –Dijo.
-¿Cómo? –Me extrañé.
-Yo te llevo en la colchoneta por toda la playa. –Dijo riendo.
-En fin... será divertido. –Dije riendo.
-¿Desayunamos ya? –Preguntó.
-¿Qué? –Dije.
-Pizza. –Rió.
-¿Pizza para desayunar? –Carcajeé.
-Mmmmmmm… -Inmutó.
-Estás loco, yo me comeré un croissant.
-¿Estará ya aquí tu mamá? –Pregunté.
-¿Qué hora es? –me preguntó.
-Mmmm… las 11 y media. –Dije.
-Seguro que sí. ¿Bajamos? –Yo asentí.
-Mamá. –Bajó gritando por las escaleras.
-Hola chicos. –Dijo desde la cocina.
-Hola Pattie. –Dije.
-¿Qué has hecho para desayunar má? –Preguntó Justin dándole un beso en la mejilla.
-A ti te he calentado la pizza que cenasteis anoche porque seguro que te apetece, luego he comprado napolitanas y croissants. –Dijo.
Desayunamos, después fuimos a ponernos los bañadores, las toallas, la colchoneta y demás. Subimos al coche.
-Me encanta que corras. –Reí. El también rió.
-Que bue… guapa estás hoy. –Dijo rectificando aposta.
Yo reí. –Tu muchísimo más. –Dije.
-No. –Dijo negando.
-Sí. –Asentí.
-Pon la radio.
-Voy.
Estaba una canción de Beyoncé.
Justin rió y se mordió el labio.
-¿Qué? –Reí.
-No nada. –Dijo riendo.
-Te pone eh. –Reí.
-Bueno… -Dijo.
Yo reí.
-Tú me pones más. –Dijo.
Yo hice una mueca de nerviosismo. El rió.
-Vergonzosa.
-Imbécil.
-Tú.
Yo abrí la boca.
-Esa boquita que no pase hambre. –Dijo con voz de ‘albañil’.
Yo reí a carcajadas. -Eres tonto. –Dije.
-Y tu guapa.
-Oye… Eres Justin Bieber. –Dije.
-¿Enserio? No lo sabía. –Dijo irónicamente.
-Tonto, digo que ¿Cómo vamos a ir a la playa llena de gente?
-Es que vamos a ir a una playa especial. –Dijo.
¿Cómo qué especial?
-Es una playa a la que veníamos  mis amigos y yo cuando éramos más pequeños, nadie sabe este lugar, solo nosotros. Y quien lo conoce, no suele visitarlo.
-Osea, que hay muchas medusas. –Dije poniendo carita de bebé.
-Ninguna.
-Seguro. -Reí.
Llegamos al lugar después de una larga conversación, salimos del coche y cogimos las cosas del maletero. Pusimos las toallas en la arena. La paya era pequeñita, con poco trozo de arena y un camino que no sé adónde conducía, no había nadie. Es verdad que nadie se sabe esa playa, si no estaría llena porque es perfecta.
-¿Nos metemos? –Dijo tirándome de la blusa.
-Venga. –Dije quitándomela.
Se quedó mirándome.
-No me mires así. –Dije mirándole vergonzosa.
-Mmmmmm. –Dijo abrazándome por detrás.
Se quitó la camiseta, cogió la colchoneta y fue hacia el agua.
-Sube. –Dijo desde la orilla.
-Va.  Intenté subir.
-Hay Justin que me tiras. –Dije gritando. El rió a carcajadas.
-Jo. –Dije poniendo carita de bebé sentándome en la orilla.
-Mira hacemos una cosa, dejo la colchoneta, vengo a por ti y te pongo en ella. –Dijo parando de reír.
-¿Y crees que eso va a funcionar? –Dije irónicamente.
-¿Qué apostamos? –Dijo.
-Venga va, ven a por mí. –Dije desde la orilla.
Dejó la colchoneta, llegó a la orilla y me cogió.
-Date prisa, que se va. –Dije pataleando.
-Pero no me pegues tonta. –Dijo riendo. Se tropezó.
-Justin que nos caemos. –Dije riendo y gritando. El solamente reía.
-Corre, corre. –Volví a decir gritando.
-Pesada. –Gritó.
-¿Llegamos ya? –Dije mirando a la orilla.
-Ya. –Dijo ‘dejándome’ en la colchoneta. Vino una ola y me llevó.
-¡Justin! –Dije riéndome a carcajadas y gritando. El reía muchísimo, a carcajadas.
-Cógeme, cógeme. –Dije riendo y gritando. Me cogió y me llevó a la arena, volvió a tropezarse y caímos en la orilla, el encima de mí. Empezamos a reírnos a carcajadas, rebozándonos por la arena.
-Que tontos somos. –Dijo el riendo a más no poder.
-Mucho. –Dije a carcajadas.
Se acercó a mí y subió su mano por mi tripa. Yo hice una mueca de risa, juntamos nuestras bocas jugando con nuestros labios, arrastrándolos. El hizo un movimiento de manera que quedé encima de él, me acarició la espalda de arriba abajo con la mano y nos besamos. Estuvimos así bastante tiempo, ‘rebozándonos’ dando vueltas por la arena, cada vez era más tarde, se hicieron las 6 de la tarde.
-Me encantas. –Dijo dándome un besito de gnomo.
-Y tú a mi más.
-¿Sigo siendo tu ídolo? –Me preguntó sentándose en la arena. Cortando el silencio.
-Por supuesto. Siempre, belieber siempre. –Dije sonriendo. El sólo sonrió.
-Se está haciendo de noche. –Dijo.
-Ya, ¿vemos las estrellas? –Le pregunté.
-Sí, esta noche hay muchas. –Dijo.
-Pero ven. –Volvió a decir cogiéndome de la mano.
-¿Dónde? –Pregunté. Pasamos por el camino que antes dije, era un lugar hermoso, precioso. Muy bonito, tenía árboles, arena en el suelo y una pequeña playita de agua estancada y cristalina.
-Desde aquí se verá bien. –Dijo poniendo la toalla. Nos tumbamos.
-¿Tú sabes de esto? –Pregunté.
-Sí, un poquito. Mira, ahí está la osa mayor, con forma de carro. –Dijo señalando al cielo.
-Esa también lo sabía yo. –Dije riendo.
-Tonta. –Rió.
-Esa es la estrella polar, la más luminosa del cielo. –Dijo señalando.
-Es bonita.
-No más que tú.
-Ni que tú. –Dije dándole un besito en la mejilla.
Eran más de las doce de la noche, nos quedamos un rato mirando al cielo, sin pensar en nada. En verdad si pensaba en algo, pensaba en que soy la chica más afortunada del mundo, que esto es increíble, que ahora tengo verdaderamente claro lo que quiero, y es estar con él, siempre.
-¿Qué piensas? –Pregunté rompiendo el silencio.
-La verdad, no sé, en todo aquello que he recorrido, en todos los obstáculos que he superado y que tendré que superar, en las personas que he dejado atrás y en las que tendré que ir dejando, en lo difícil que será todo… -Dijo.
Nos quedamos otro rato en absoluto silencio, mirando al cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario