:)

Esta novela es mía al completo, no hay nada copiado así que espero que nadie la copie. Be original. Hecha para mis lectoras con todo el amor del mundo, porque son las mejores. Gracias por estos increíbles ratos que me hacéis pasar día a día. Nunca cambiéis ninguna de vosotras. Gracias por ser así. Atentamente: @_myswagdream. Elena.

sábado, 21 de enero de 2012

CAPÍTULO 5. ~Vive tus sueños.~

CAPÍTULO 5. VIVE TUS SUEÑOS.

Me acosté pensando en lo que haría mañana. Estoy tan confundida. La gente aún no sabe nada, nada de lo que me ha pasado. Va a ser una locura, estoy deseando contárselo a Sandra y a mis demás amigas. Buah, lo fliparán. Creo que tengo clara mi elección. Pero, pero estoy loca ¿Cómo voy a dejarlo todo? Ahora mismo estoy confusa, pero sería una completa inútil si dijera que no. De verdad, ahora mismo creo que soy la persona más feliz del mundo. Estoy aquí, en la habitación de al lado de mi ídolo… hace dos días ni se me pasaba por la cabeza ir al concierto, bueno mejor dicho ni se le pasaba por la cabeza a mi madre. Hace dos días era todo completamente imposible, pero mira ahora… Me repito mucho, pero esto es… esto es lo mejor que podía pasarme en la vida.
Me quedé durmiendo después de estar horas y horas pensando en todo un poco.
• Al día siguiente.
-Eh, eeeeeeeeeeeeeh. –Escuchaba mientras seguía durmiendo.
-Despierta. –Decía una voz.
Abrí los ojos. Tenía a dos centímetros la cara de Justin.
-Qué guapa estás por las mañanas. –Dijo riendo.
-Sí, un bellezón. –Reí. –Tonto.
-Pues sí, oye vístete y me llevas a conocer un poco de tu pueblo. –Dijo.
-Oye, que tú no sabes cómo son en mi pueblo, ¿Vas a ir sin Kenny? –Pregunté.
-Sí, ¿porque no?
-Bueno… -Dije.
-Aquí solo me gustas a mí, es un pueblo bastante pequeño. Que yo sepa soy la única Belieber, pero seguramente que te vean y se vuelvan locas. Te lo digo, yo solo te aviso. –Dije riendo.
-Estoy acostumbrado. Oye cuantos posters míos tienes ¿no?
-Es lo que tiene que seas mi puto ídolo.
Rió a carcajadas. Yo le acompañé.
-Ve a cambiarte. –Dijo con un tonito un tanto raro.
-Que voy, que voy. Ve tú también que luego no te tenga que esperar.
-En diez minutos estoy listo y me sobra.
-Vamos a ver quién dura menos.
-¿Qué apostamos? –Dije riendo.
-Quien tarde menos tiene que darle una sorpresa al otro. –Dijo.
-¿No sería al revés? –Dije con un tono raro.
-No, vamos a dejarlo así.
-Venga, pues cuando quieras. –Dije riendo.
-Tres, dos, uno, ¡¡¡YA!!! –Dijo gritando y poniendo una cara muy rara. Salió corriendo.
Yo reí a carcajadas, me levanté corriendo, cogí unos pantalones cortos blancos altos, una camiseta de palabra de honor negra por debajo de los pantalones y unas sandalias con un poquito de tacón negras. Me lo puse corriendo, me estaba atando las sandalias cuando.
Toc toc toc toc. -Ya estoy. –Dijo con voz de chulito.
Abrí la puerta.
-Pero si aún te queda todo, que lenta. –Dijo riendo.
-Pero que va, si solo me queda peinarme. ¿De qué vas vestido? –Dije riendo.
-¿Tu qué quieres que sepan que soy Justin Bieber y no nos dejen tranquilos? Estoy acostumbrado a disfrazarme. –Dijo riendo.
Dios enserio, no parecía él.
-A mí solo me queda peinarme. –Dije.
-Pues venga. –Dijo cogiéndome por detrás y poniendo su cabeza sobre mi hombro.
Yo sonreí y me puse bastante nerviosa. Aun no era totalmente consciente de todo esto. Justin. Justin Bieber aquí, conmigo.
Me puse a plancharme el pelo, lo deje normal, como lo tenía, liso y como lo tengo bastante largo por abajo se me quedaba bonito, como unos pequeños tirabuzones.
-Estás muy guapa.
-Gracias, pero no.
-¿Cómo qué no? –Dijo con voz rara.
-Como que no. –Dije riendo.
-¿Te arreglas así siempre? –Dijo.
-¿Así cómo? –Pregunté.
-Así, así de guapa. –Dijo.
-No sé. Supongo. –Dije riendo.
Notaba como me estaba mirando de arriba abajo, varias veces. Chupándose los labios, lo que me encanta de él.
-No me mires así. –Dije riendo.
-Lo siento tía. –Rió.
-Vale tronco. –Volví a reír.
-¿Qué haces ahora? –Me preguntó.
-Eres pesado. Rizándome las pestañas. –Dije riendo.
-Joder, es que veo esa cosa, parece que te vas a sacar un ojo, pues me da que pensar. –Dijo riendo.
Yo reí a carcajadas.
-¿Por qué te ríes tanto?
-Es que me haces gracia. –Dije volviendo a reír.
Se puso un poquito más cerca de mí.
-¿Qué te hace gracia? –Dijo mirándome a apenas 4 centímetros de mi cara.
Lo miré de arriba abajo y me lamí los labios, así como él lo hace.
-Mmmmmm… tus pintas. –Reí.
-Que graciosa. –Dijo mirándome, no precisamente a los ojos.
-Oye, no me mires así y menos ahí. –Dije riendo.
Se tocó la cabeza, de arriba abajo un par de veces. Miró para abajo como con vergüenza.
-Lo siento. –Rió.
-Esto es tan surrealista.
-¿Cómo? –Preguntó.
-Que esto yo lo he soñado unas cuatrocientas veces. –Dijo riendo. Miré al suelo.
-Pues ya sabes lo que dicen.
-¿Qué dicen? –Pregunté.
-Vive tus sueños. –Dijo.
Yo sonreí y me quedé mirándole a los ojos.
-Oye, me debes una sorpresa. –Dije.
-Sí, si vienes conmigo te la daré. –Dijo.
-Ir contigo ¿Dónde? –Dije.
-Conmigo a las giras, conmigo a recorrer el mundo. –Dijo.
Volví a sonreír.
-Es muy complicado, pero.... –Dije.
-¿Pero? –Dijo.
-Vive tus sueños. –Reí.
Justin me abrazó, me abrazó tan fuerte que podía notar hasta sus venas, tan fuerte que. No tengo palabras.
-Tengo que hacer la maleta, hablar con mis amigos, contarles todo, despedirme de todos… -Dije.
-¿Y a qué esperas? –Ríe.
Me terminé de arreglar. -Escuchar, podéis quedaros un momento aquí, voy a hablar con Sergio, de todo. Ahí tenéis el ordenador, enseguida vuelvo. –Dije.
-Vale. –Dijeron a la vez.
Fui hacia su casa, llamé a la puerta. Abrió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario