CAPÍTULO 2. ~Vive tus sueños.~

CAPÍTULO 2. VIVE TUS SUEÑOS.
Me desperté. Eran las nueve de la mañana. Tardaríamos más o menos cuatro horas en llegar, así que al llegar nos pondríamos a la cola. Estoy súper nerviosa. Anoche nada más llegar me puse a soñar despierta. Es mi sueño y estoy a unas horas de cumplirlo.
Me puse una camiseta ancha caída de un hombro, morada, ponía ‘love me’. Fue una coincidencia. Y unos pantalones vaqueros cortos, tipo culote. De abajo me puse unas supra moradas, del mismo tono que la camiseta. Planché el pelo dejando caer unos tirabuzones por abajo. Fui a maquillarme. No me gusta ir con mucho potingue, así que me puse una base fina de maquillaje. Ricé mis pestañas y como siempre me puse un poco de gloss con brillantitos. Me puse un collar que tenía donde ponía I love Justin Bieber y unas pulseras.
Cogí todo lo que necesitaba y bajé hacia su casa. Su madre me saludó, dijo que me echaba de menos por su casa, que hacía tiempo que no me veía, normal. Subimos arriba. En su cuarto todo estaba exactamente igual. Excepto el edredón, se lo había cambiado. Sigue siendo verde, ya que su habitación también es verde. Pero no era el mismo. Era bonito, tiene buen gusto.
-Tú me dirás ¿Qué me pongo? –Dice enseñándome dos camisetas.
-La morada te irá bien. –Dije sonriéndole.
-¿Y pantalones? –Dijo.
Me puse a mirar por su armario.
-Mmm… estos. –Dije señalando a unos vaqueros piratas.
Después bajamos ya para irnos. Me despedí de su madre y ella me asintió con una sonrisa. Creo que a ella le gustaba la relación que tenía con su hijo. 
Salimos para la estación. Llegamos y nos montamos. Llegaríamos sobre las 2 o las 3 más o menos.
Montamos. Pasó el tiempo y el tiempo. Creo que ya casi hemos llegado. Por el camino hablamos un poco de todo. De lo nuestro. De Sergio. Yo le dije que lo quiero, que lo conozco de hace poco, pero que quiero intentarlo con él.
-Voy a llamar a Sergio, que me ha dicho que había pasado algo. –Dije.
-Vale. –Responde con una sonrisa seca.
<<Telefono>>
-¿Sí?
-Sergio, soy Sofía.
-Ah, hola. –Dijo alegremente.
-Sergio, no te vas a creer donde estoy. –Le digo alegremente.
-¿Dónde? –Dijo asustado.
-De camino al concierto de Justin Bieber.
-¿Qué dices? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Con quién? Es genial. –Me respondió él alzando la voz.
-Pues un amigo, Marco. Me las ha regalado y vamos de camino. Es genial. –Dije con una pequeña sonrisa.
-Pues disfruta, pásatelo genial que es único y piensa mucho en mí. –Dijo riendo.
-Oh, gracias cariño. Lo haré. 
-Eres la mejor.
-Y tú.
-Guapa.
-Tú más.
-¿Después nos vemos? –Me pregunta.
-Claro.
-Te quiero.
-¿Me quieres? Yo más. Eres el chico perfecto.
-Y tú mi chica favorita.
-Cariño, que estamos llegando. Tengo que colgarte. –Le digo.
-Vale, hasta luego. Disfruta. 
-Lo haré. Adiós guapo.
-Tú eres más guapa. –Dijo rápido, después soltó una risa malévola y me colgó.
Guardé mi móvil
-Ya está. –Dije sentándome de nuevo al lado de Marco. Él asintió con una sonrisa.
Nos bajamos del bus. Estábamos en Madrid. Y más perdidos que un pulpo en un garaje.
-¿Qué hacemos? –Dije.
-¿Comemos algo primero? Luego tengo que decirte algo.
-Vale.
Fuimos al Mcdonals y comimos. Después le dije que fuéramos a pillar sitio en las colas, pero me dijo que tenía que decirme algo.
-Tú dirás.-Dije.
-Pensaba que no te iba a emocionar tanto esto. –Dijo mirándome.
-¿Cómo no me va a emocionar? Si es mi ídolo, lo sabes… -Digo fijando mi vida en el suelo.
-Lo siento. –Dijo mirando al suelo. A distinto punto que yo.
-¿Por qué? –Pregunté mirándole.
-Porque no hay entradas…
-¿Cómo que no hay entradas? –Dije levantándome del banco.
-Me lo he inventado.
-Pero si las he visto. –Digo.
-Son sacadas de internet, fotocopiadas. –Dice aun mirando al suelo.
-Pero… pero tu… pero ¿Para qué me has hecho hacer todo esto? ¿Qué coño quieres?
-No quería que estuvieses con él. –Me dice.
-Tú, tú eres repugnante. –Dije mirándole.
-No sabía que te lo ibas a tomar así. –Vuelve a decirme.
-¿Cómo quieres que me lo tome? Es mi ídolo, estaba emocionada. No sabes lo que deseaba yo venir a este concierto. No lo sabes.
-¿Y ahora que se supone que hacemos? –Volví a decir.
-No sé. –Me dice.
Se levantó también y me cogió de la cintura. Fue a besarme. Yo me aparté.
-¿Pero qué haces? –Dije con un tono más elevado. Mira yo no sé lo que harás, pero yo voy a llamar a alguien para que venga a por mí. –Dije empezando a caminar. Búscate la vida. –Dije girándome hacia él. –Gilipollas.